Con el único inconveniente del fuerte viento que deslució el mitín, los cuatro líderes populares coincidieron que el cambio en Estepona debe venir de la mano del Partido Popular, así como que es momento de sacrificio como única solución para sacar a Estepona de la graves crisis en la que se encuentra sumida.
Mientras Ignacio Mena, aprovechó la ubicación de la paella, teniendo en cuenta que fue el mismo lugar elegido por el alcalde de Estepona, el socialista David Valadez, para la presentación de su candidatura hace algo más de un mes, para insistir en lo diferente que son en estos momentos las imágenes proyectadas por los principales partidos que cocurrirán a las elecciones de 2011, dándose la circunstancia de que Mena estaba ante 400 personas y Valadez no llegó a convocar a más de 30, García Urbano apostó por un discurso más político, en el que enumeró los proyectos presentados hasta ahora por su partido, insistiendo en que no se trata de promesas sino de acciones que serán llevadas a la práctica.
Con su particular tono amable, alejado de cualquier rasgo de crispación, el principal opositor de Valadez de cara al próximo mes de mayo habló claro después de afirmar que aunque no es momento de hablar de reducción de plantilla, sí es momento para avanzar la necesidad de una racionalización de la misma. En el mismo sentido, el candidato hizo alusión a los impuestos en la localidad, atreviéndose a afirmar que también será momento de un sacrificio por parte de los contribuyentes durante al menos un año para sacar adelante el Ayuntamiento de Estepona, hoy debilitado más que junta.
Juntos podemos o es la hora del cambio fueron algunas de las frases en las que el candidato se apoyó para hacer un discurso lleno de juegos de palabras, que ya caracterizan al que se perfila, según el propio PP, como el próximo alcalde de la localidad. De hecho con un "juntos podremos" terminaba un discurso, en el que vimos a un García Urbano más político que de costumbre y que arrancó varios aplausos durante su discurso.