La misión española, integrada por militares y representantes de empresas españolas que han donado material humanitario, llegó a las 10 de la noche hora local (5 de la tarde hora española) a Kirguizistán después de haber cambiado de avión en Nápoles (Italia).
El grupo debía haber llegado ayer a Bishkek, capital de Kirguizistán, para desde allí partir en un Hércules rumbo a Afganistán.
Sin embargo, un problema de despresurización del avión de las Fuerzas Armadas obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Nápoles, a las tres horas de haber salido de Madrid.
La despresurización hizo saltar las máscaras de oxígeno y obligó al piloto a descender rápidamente de los 35.000 a los 7.000 pies de altura, informaron fuentes de Defensa, que explicaron que el problema estuvo ocasionado por la aparición de una fisura en el cristal del copiloto.
Así, cuando los pasajeros se preparaban para pasar la noche en vuelo hacia Kirguizistán, el piloto informó de la necesidad de colocarse las máscaras y prepararse para un aterrizaje de emergencia.
Tras pasar la noche en un hotel de Nápoles, el JEMA y los demás integrantes de la misión embarcaron en un nuevo Boeing 707 de las Fuerzas Armadas españolas recién llegado desde Madrid para sustituir al averiado.
El general Jiménez viaja a Afganistán para hacer entrega a las autoridades locales de unas 54 toneladas de juguetes, ropa y comida para la población afgana.
Acompañado de representantes de una docena de compañías que, por tercer año consecutivo, han donado el material, Jiménez hará entrega de la ayuda en un acto que tendrá lugar hoy en la Base de Apoyo Avanzado española de Herat.
Entre las empresas que han colaborado con esta iniciativa figuran las siguientes: EADS-CASA, El Corte Inglés, Eurocopter, Iberia Mantenimiento, Indra, Cajastur, Fundación BBVA, Coca-Cola España, Cepsa, Induyco y el Banco Santander.