El tren paró en Estrasburgo (Francia) sobre las 11.45 de la mañana (10.45 GMT), para cambiar equipo de seguridad y locomotoras, pero no alcanzó Alemania hasta casi las dos de la tarde (13.00 GMT), tras atravesar por sorpresa el puente de Kehl (suroeste del país) para evitar el bloqueo de los activistas.
Cerca de mil activistas antinucleares esperaban el tren de basura radiactiva en los alrededores de la ciudad de Berg, unos 60 kilómetros más al norte, por donde estaba previsto en un principio que circulase el transporte.
El convoy salió el sábado a mediodía de la planta de reprocesamiento de La Hague (norte de Francia) y se estima que podrá alcanzar el depósito atómico de Gorleben este lunes si no lo impiden los bloqueos que planean de los manifestantes.
La Policía carga contra activistas cerca de Gorleben
La policía cargó durante la mañana de estedomingo con contundencia contra varios miles de activistas antinucleares en las proximidades del depósito atómico de Gorleben.
La policía, que empleó material antidisturbios, aseguró que actuó cuando entre 3.000 y 4.000 manifestantes intentaron bloquear las vías del tren en una zona boscosa de las inmediaciones de Dannenberg, la última localidad antes de Gorleben.
Estos activistas forman parte de la mayor concentración de manifestantes antinucleares de las últimas décadas, que esperan en Dannenberg a que llegue el convoy, con 123 toneladas de residuos altamente radiactivos vitrificados en once contenedores "Castor".
Los manifestantes lograron bloquear el tren al menos en tres ocasiones en territorio alemán -en las localidades de Kehl, Darmstadt y Morschen- y obligaron al convoy a permanecer parado durante más de seis horas en total.
En otras ciudades, como Karlsruhe y Kassel, los activistas tuvieron menos éxito.
Según sus promotores, las acciones buscan retrasar el transporte para denunciar el almacenamiento de material radiactivo y, en general, el uso de energía nuclear en Alemania.
Las fuerzas de seguridad han movilizado al menos a 16.500 efectivos para escoltar al tren, lo que supone su mayor despliegue para asegurar los contenedores "Castor" desde 2001.
Las protestas contra el empleo de la energía nuclear se han recrudecido tras la reciente decisión del Ejecutivo federal, la coalición de centro-derecha de Merkel, de prolongar la vida de las centrales nucleares del país.
Además, sigue latente la polémica sobre la legalidad del depósito de Gorleben, que acoge ya 86 contenedores "Castor" con residuos altamente radiactivos.
Pese a sus dos décadas de existencia, este complejo es legalmente sólo un emplazamiento temporal, ya que los sucesivos gobiernos federales no han logrado consensuar un emplazamiento definitivo para un cementerio permanente de residuos radiactivos.