Aunque el de los jardines es “un tema obvio y evidente” del impresionismo, hasta ahora no se había organizado ninguna exposición monográfica sobre uno de los motivos que mejor permite desarrollar los recursos más característicos de la técnica.
Así lo recordó ayer el director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana, que estuvo acompañado por Michael Clarke, director de la National Gallery de Escocia, de Edimburgo, museo con el que se ha colaborado para organizar la exposición y en el que se mostró el pasado verano una versión reducida de la misma.
Con 22 pinturas, de las 130 exhibidas en las sede del Museo Thyssen y en las salas de la Fundación Caja Madrid, la baronesa Thyssen es una de las más importantes prestadoras de la exposición y por ello Guillermo Solana consideró que se trata de “un homenaje a la parte moderna de su colección privada”.
Una colección cuyo futuro sigue en manos de los abogados ya que el plazo de cesión gratuita durante once años por parte de la baronesa finalizará el próximo febrero. Sin acuerdo por el momento, la baronesa ofrece un año más de cesión gratuita, mientras que el Ministerio de Cultura defiende el alquiler por dos años.
“Los abogados se van a reunir pronto, aunque por el momento parece que las negociaciones se llevan en los medios de comunicación”, señaló la baronesa Thyssen poco antes de recorrer la muestra en cuya organización han sido fundamentales unas pinturas que forman parte de una colección sobre la que Carmen Cervera dijo “no se va a modificar la propuesta”.