La encuesta, publicada ayer por la organización Centro de Información de la Pena de Muerte (CIPM) y realizada en mayo a 1.500 votantes registrados de todo el país, señala que sólo un 33 por ciento de ellos seguían respaldando la ejecución a los acusados de asesinato si los encuestadores les ofrecían alternativas.
Entre el 61 por ciento de votantes que escogían reemplazarla por otra condena, un 39 por ciento eligió la cadena perpetua con compensación a la familia de la víctima, otro 13 por ciento optó por la cadena perpetua y un 9 por ciento prefirió la condena de por vida con posibilidad de libertad condicional.
“Estos resultados muestran que el pueblo estadounidense está preparado para comenzar un debate serio sobre la pena de muerte”, dijo en una conferencia telefónica el director ejecutivo del CIPM, Richard Dieter.