El delegado apuntó que “confío en que se mantengan las negociaciones con el posible comprador y que se consiga cerrar la compraventa de los activos porque supondría una situación distinta para el expediente” además de dar como resultado “que se mantenga la actividad industrial”. Así, el representante del Gobierno andaluz valoró que, de confirmarse la venta, el expediente podría ser negociado en términos “menos lesivos” a los que están actualmente planteados.
Respecto a los anteriores ERTE's, el delegado recalcó que “los expedientes temporales siempre se presentan para buscar una solución a una situación coyuntural. Tras ello, evidentemente, los trabajadores tienen el derecho a retomar sus trabajos y a estar activos”. Sin embargo, “dada la situación de dificultad económica extrema” por la que atraviesa La Seda, los problemas de la planta comarcal no pudieron solventarse.
En ese escenario, la compañía catalana comunicó a la Delegación su intención de acometer un proceso de venta que redundaría en la reanudación de la actividad industrial. Pese a todo, el delegado recuerda que el expediente que ahora presentado tiene carácter extintivo, por lo que “hay que analizar las soluciones a corto plazo”.
Plantilla
Tras mantener contactos con la representación de la plantilla, Bouza trasladó que “la preocupación reina” entre los empleados, después de padecer “mucho tiempo de dificultades en la empresa”. Para el delegado, se trata de “trabajadores muy castigados por la situación irregular que han atravesado”.
Con todo, el representante de la Administración valoró que “son trabajadores con una gran conciencia de su situación y ánimo para afrontar una negociación con la empresa. Las circunstancias no han sido las que esperaban, ni ellos ni nosotros, pero no hay que arrojar la toalla. Además, son personas con las que se puede hablar y a las que se les debe dar confianza en el futuro de la empresa”.
Por su parte, el subdelegado de Gobierno de la Junta en el Campo de Gibraltar, Tomás Herrera, señaló que la situación de Artenius “es una preocupación para la comarca porque hay un número de trabajadores importante”.
Herrera también entiende los nervios en la plantilla ya que “cuando se lleva mucho tiempo en una negociación pero no llega a ser fructífera existe cierta frustración”.
Con todo, el subdelegado mostró su “plena confianza” en que la venta de la planta culmine con la recuperación de la actividad industrial.
