—Ha tomado posesión del cargo de presidenta de Adeco poco antes de una de las campañas comerciales más fuerte de todo el año. ¿Cómo se presenta para los comerciantes de Chiclana esta campaña?
—No se presenta muy bien, porque este año se está notando la crisis mucho más que el año pasado. Espero que se vaya animando y estemos más contentos todos los comerciantes. Yo desde luego voy a poner todo lo que pueda por mi parte. Lo mismo me pongo en la feria gastronómica que me pongo en la feria de muestras. Estoy haciendo todo lo que puedo, pero hay comercios que no están colaborando de la misma manera.
—¿Qué está afectando más al comercio de Chiclana, la falta de consumo o la falta de crédito financiero?
—Las dos cosas. Los bancos no dan préstamos a nadie y hay personas que tienen una serie de hipotecas que no las pueden pagar. Se ve que si no tienen dinero para pagar la hipoteca cómo van a tener dinero para hacer compras. Lo que tenemos que hacer es coger al cliente, intentar que el consumidor no se vaya estas navidades a comprar fuera, sino que se quede en Chiclana y consuma aquí. Este es el reto más importante que tenemos actualmente los comerciantes de Chiclana.
—¿El hábito de comprar en Chiclana lo ha perdido la ciudadanía con los grandes centros comerciales?
—Lo ha perdido, aunque todavía hay un grupo de personas que siguen comprando en Chiclana, pero la mayoría se van fuera. La gente joven, por ejemplo, se van fuera porque hay muchos comercios en las grandes superficies que son baratos, aunque tengan mala calidad pero le sirven los artículos que compran para una temporada. Es muy importante que esas franquicias vengan a Chiclana y se instalen aquí. Estamos apostando por que vengan, hay sitio para instalarlas. Necesitamos que el Ayuntamiento haga lo posible por traer estas franquicias que acaban atrayendo a los consumidores locales y a los de otros municipios como Conil o Barbate. Si llegan las franquicias y vienen los clientes, algo se quedará en Chiclana
—¿Una alternativa es el Centro Comercial Abierto?
—También lo es. Esperemos que se cree pronto y que por lo menos tengamos otro ambiente de comercio en Chiclana. Comercios en Chiclana cada vez hay menos, se están cerrando muchos por la crisis, porque no se vende. Antes de la crisis el comercio en Chiclana ya estaba mal. El Centro Comercial Abierto nos puede ayudar a levantar un poco la cabeza, que ya nos hace falta.
—¿Hay planteada una federación con hosteleros y empresarios para conseguir subvenciones y ayudas para el Centro Comercial Abierto?
—-No está hecho. Se ha propuesto, pero no hay nada. Hay que esperar a que todo esté apalabrado y concretado para poder empezar a hablar de esa posible federación.
—¿Pero las asociaciones están planteando ya el cambio en los estatutos?
—En Adeco, los estatutos hay que cambiarlos porque están antiguos, pero de momento no se ha cambiado nada. Lo iremos cambiando poco a poco. Todavía no hay nada de federación. Se contempla como una idea, como un objetivo a conseguir. Hosteleros y comerciantes ya estamos muy unidos, llevamos dos años haciendo la cena conjunta, pero con la asociación de empresarios no hay nada. Los empresarios siempre han ido por otros derroteros, no han ido nunca con nosotros, pero a lo mejor en un futuro puede ser pero aún no hay nada.
—¿Qué falta para que el comercio esté en pleno rendimiento?
—-De momento que los alquileres bajen. Que los propietarios pongan los pies en el suelo, que en la época que estamos no se pueden tener unos alquileres a dos mil y tres mil euros. Por ahí hay que empezar. Cuando llegaron los bancos alquilando para sus sucursales enseguida se subieron los precios de los locales. En Chiclana, si quieres montar un negocio en una zona de afluencia de público no pagas por el alquiler de un local menos de dos mil o tres mil euros. Este precio no lo puede asumir un comercio, porque se suman los seguros sociales, los impuestos, los salarios de los trabajadores, no se puede. Nada más abrir las puertas de un negocio hay una serie de gastos muy grandes y si encima le sumas un alquiler elevado, los números no salen. Los propietarios de los locales tienen que tener claro que hay que bajar los precios de los alquileres, si quieren seguir alquilando, claro.
—¿Cómo están las relaciones con el Ayuntamiento?
—Ahora mismo no me puedo quejar. Espero tener una relación buena. Yo no soy persona de enfrentamientos, intento ser dialogante. Hay que conseguir arreglar las cosas dialogando, porque para estar enfadados siempre hay tiempo.
—¿Alguna reivindicación concreta e inmediata al Ayuntamiento?
—La plaza Mayor. Hay un grupo de negocios muy grande alrededor de la plaza Mayor. Reivindicamos desde hace años que se le dé contenido al edificio. Hemos aguantado las obras, el cierre de aquello y allí no hay nada. Ese edificio, además, se está estropeando. Hay que darle una solución, porque no se puede tener esa plaza ahí cerrada con un espacio tan grande donde se puede organizar lo que se quiera. Está en un punto estratégico de la ciudad, del centro. El Ayuntamiento se tiene que poner las pilas para darle una solución.