Lo peor no ha pasado, porque continúan las lluvias torrenciales que amenazan con anegar miles de hogares en las próximas 48 horas.
La jefa del Gobierno de Queensland, Anna Bligh, señaló que la declaración del estado catastrófico concede a las autoridades el poder que necesitaban para ordenar evacuaciones, con la finalidad de proteger el mayor número posible de vidas y propiedades, y afrontar las subidas de los niveles de las inundaciones en los próximos días.
“Estas inundaciones se desarrollan y cambian a un ritmo que asusta (...) Estamos viviendo una experiencia espantosa (...) No es momento para dejarse llevar por el pánico. Ahora es el momento de permanecer unidos”, manifestó Bligh, según la emisora de radio ABC.
En otras declaraciones concedidas entrada la noche, Bligh señaló que el número de víctimas va a variar a medida que reciben más información.
“Ahora tenemos 78 desaparecidos (...) Tenemos 10 muertos y al menos 18 personas que nos preocupa mucho su seguridad”, precisó.