Decenas de habitantes y hasta socorristas en Nueva Friburgo, una de las ciudades más afectadas por la tragedia, reaccionaron con pánico a un rumor sobre la ruptura de una represa situada a pocos kilómetros de la ciudad.
La falsa noticia y las advertencias de que las aguas podían inundar el municipio se propagaron rápidamente y hasta los fusileros navales que ayudan en el rescate llegaron a pedirle a diferentes personas que buscasen refugios en lugares elevados.
Pese a que la alcaldía desmintió la información, los militares abandonaron sus lugares y algunas edificaciones oficiales fueron evacuadas. Hasta algunos funcionarios llegaron a bloquear el paso en una importante carretera, incluso de los vehículos de apoyo de los socorristas, ante el temor de que las personas se dirigieran hacia la supuesta área inundada.