La única opción que permitiría que los fumadores tuviesen un sitio en la Feria sería que las casetas pasasen a considerarse como clubes privados de fumadores
Sin embargo, este cambio supondría que en las casetas no podrían entrar ningún menor de 18 años, ni vender comida ni bebida, ni trabajar nadie.
Esta meridiana claridad, según Facua, organizará a buen seguro cierto revuelo entre los amantes del cigarrillo, que deberán dirigirse a las calles del Real para poner en práctica su vicio.
Si bien la normativa parece clara, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de su Delegación de Fiestas Mayores, ha encargado un dictamen al secretario del consistorio relativo a la aplicación de la ley.
En esta ciudad se ha levantado una amplia polémica ya que, mientras un sector entiende las casetas como prolongaciones de las casas puestas en marcha por sus socios, otro grupo considera que las casetas se asientan sobre suelo de titularidad municipal y por tanto debe primar el respeto a la ley.
Casetas con terraza
Por otra parte, cabe señalar que en otras poblaciones con amplia tradición ferial, como Jerez, los caseteros se están planteando habilitar una zona de terraza en sus casetas para que allí se pueda fumar.
Reunión Farolillo
La Federación de Asociaciones de la Feria Real el Farolillo ha convocado una reunión “extraordinaria” y “urgente”, el próximo 23 de febrero, para valorar las relaciones que se mantienen con la Delegación de Feria y Fiestas. Se parecia cierto malestar entre el colectivo ya que la convocatoria explica que en la reunión se “adoptarán medidas” y se “tomarán decisiones”.