El Pontífice hizo estas afirmaciones en el discurso que dirigió a los jueces, oficiales y colaboradores del Tribunal de Rota, encargado de validar los matrimonios católicos, a quienes recibió en el Vaticano con motivo de la inauguración del Año Judicial.
El Papa reflexionó sobre los cursos de preparación al matrimonio y exigió el “máximo cuidado” en la formación de los futuros esposos y en la verificación de sus convicciones sobre los “compromisos irrenunciables para la validez” del sacramento del matrimonio.
El Papa Ratzinger lamentó que el hecho de que muchas veces los cursos prematrimoniales son vistos como “simple formulismo”.