Esta iniciativa, puesta en marcha por Loterías del Estado, coincide con la 25 edición de los galardones otorgados anualmente por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España para premiar a los mejores profesionales de cada una de las áreas del sector del cine.
Hasta la entrega de los Premios Goya, que este año por primera vez se celebrará en el Teatro Real y no en el Palacio Municipal de Congresos, una de las principales arterias de Madrid como la Gran Vía lucirá en sus aceras más de un centenar de estrellas con los nombres de los actores, directores, guionistas, técnicos y músicos que aspiran este año a los galardones de la Academia.
Desde la Plaza de España hasta la de Callao, la Gran Vía se ha llenado de estrellas con los nombres de conocidos personajes del mundo del cine, como Álex de la Iglesia, Icíar Bollaín, Julio Medem, Elena Anaya, Emma Suárez, Belén Rueda, Emilio Aragón, Antonio de la Torre, Javier Bardem, Luis Tosar, Eduard Fernández, Sergi López, Pilar López de Ayala y Alberto Iglesias, entre otros.
Cada una de las estrellas ha sido pegada al suelo con la inscripción del nombre del candidato, la nominación por la que concurre a los Goya, la película a la que representa y una referencia al 25 aniversario de los Premios, además de la publicidad de la empresa patrocinadora de la iniciativa.
Los nombres de los candidatos a los Goya convierten así la Gran Vía en la calle de los sueños, con una cartelería vertical que imita a los clásicos indicadores del emblemático Paseo de la Fama de Los Ángeles, en cuyo suelo hay colocados más de dos mil estrellas con los nombres de celebridades del mundo del cine, la televisión, la música, la radio o el teatro.
Juan Antonio Gallardo, director comercial de Loterías del Estado, indicó a Efe que éste es el segundo año en que se lleva a cabo esta iniciativa, con el objetivo de acercar al ciudadano los premios que el próximo día 13 se van a dar a “los mejores profesionales del sector”.
Respecto al eslogan elegido, la calle de los sueños, indicó que pretende unir “dos mundos”, el del cine, en el que las personas sueñan al ver una película, y el de la lotería, con cuya adquisición el usuario “también sueña”.