Alejado de la política activa, reincorporado al instituto Virgen del Carmen de Puerto Real, donde imparte clases de Geografía e Historia a alumnado de entre 14 y 18 años, José María González, Kichi, descarta sin género de dudas volver al Carnaval, por una cuestión de tiempo, “porque tengo cuatro hijos para meterme en un local de ensayos durante horas”, y a la política activa, por compromiso ético.
No obstante, tiene un grupo de punk, menos exigente que la comparsa, porque la pasión por la música le puede, y no puede evitar ser un activista de “causas justas”, como Palestina, y militante comprometido con Adelante Andalucía, formación a la que le ve mucho futuro pese a los resultado cosechado hace un año y que situó en la oposición a David de la Cruz, su sucesor.
De De la Cruz dice, en una entrevista en La Orilla, el programa que presenta y dirige Pedro Espinosa en 7TV Cádiz, que “está enorme”, llevando a cabo una labor que pone contra las cuerdas a un PP que pensaba “que con su mayoría absoluta” el mandato “iba a ser un camino de rosas”.
Se muestra crítico con el alcalde, Bruno García. Le afea que no tenga presupuestos para 2024 y gobierne con los que aprobó Adelante en 2022. “Tan malos no serían”, ironiza.
Pero, por encima de todo, le reprocha haber desandado el camino iniciado en los dos anteriores mandatos en políticas rompedoras que le causaron “desgaste” a su formación, pero puso en prácticas por convicción.
Se refiere, en este sentido, a la nueva movilidad, “en la que el peatón tiene protagonismo” y se apuesta por la descarbonización. De ahí la peatonalización de Veedor que ahora se ha revertido, lamentablemente, apunta.
Asegura que lo que más valora de haber empuñado el bastón de mando es la capacidad de “transformar la ciudad”, extender “el sí se puede” al ámbito municipal, aunque, dice, le faltó tiempo para alcanzar objetivos.
Por eso, admite coraje ante “la actitud servil y la obediencia ciega” de Bruno García ante la Junta de Andalucía. Al respecto, remarca que no hay avances en la Ciudad de la Justicia, Valcárcel o el nuevo hospital, de manera que el Gobierno de Juanma Moreno sitúa a Cádiz en “una situación de subalternidad o agravio comparativo con otras capitales de provincia”.
“El alcalde va a tener problemas para explicar y justificar” que de Sevilla, concluye, no vengan buenas noticias.
