Espí, que inauguró ayer en Sevilla la II Jornada de Calidad y Certificación de la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD), precisó a los periodistas que la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) 2009-2010 reflejó que el 24,7% de los menores, en este caso entre 14 y 17 años, bebía alcohol de forma masiva en sus momentos de ocio.
Afirmó que, no obstante, están "convencidos" de que la prevalencia anual de ese consumo entre los menores es mayor y puede rondar el 30%, y ha avanzado que así lo atestiguará la Encuesta Estatal sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) que presentarán este año, a partir de más de 22.000 entrevistas.
La responsable del Gobierno ha advertido de que en España los menores empiezan a beber alcohol antes, "con 12 o 13 años y, además, de una forma distinta" a la tradicional, es decir, "en grandes cantidades y concentrado en los fines de semana con los botellones".
Por ello, anunció que este año pondrán en marcha una campaña específica en la que quieren involucrar al Ministerio de Educación, al ser "importantísimas las políticas de prevención y educación en valores" en la escuela y en las familias, para que la sociedad "recupere de nuevo la percepción de riesgo" respecto a esa práctica.
Recordó que, en el campo de las drogas, dicha percepción se tuvo ante la heroína, cuyo consumo no llega ahora
al 1%, "porque produjo una pandemia de muchas muertes y mucho drama social".
"Lamentablemente, la sociedad española no tiene percepción de riesgo con el alcohol, y hay que explicar que un menor que empieza a consumir alcohol va a tener problemas en su crecimiento biológico y neuronal, y educar en l lema 'un menor, consumo cero'", dijo.