El hombre acusado de matar a otro en el municipio sevillano de Brenes ha reconocido este lunes ante el jurado popular que lo enjuicia en la Audiencia de Sevilla este homicidio, ocurrido el 5 febrero de 2021, y de haber intentado matar igualmente a la pareja del fallecido.
El procesado, que se enfrenta a una petición fiscal de 31 años de cárcel y que ha respondido únicamente a las preguntas de su defensa, no ha reconocido el segundo de los intentos de homicidio que se le imputan.
El acusado, que ha declarado que reconoce "en parte" el relato del Ministerio Público, ha asegurado además que el día de los hechos había consumido drogas y que el motivo de la discusión que originó lo ocurrido fue de índole económico.
Ninguno de los testigos directos de los hechos ha comparecido durante el juicio, por lo que la fiscal ha pedido que se aporten las comparecencias que estos han prestado durante la instrucción de la causa.
En las alegaciones previas, la Fiscalía ha recordado a los miembros del tribunal que el acusado ya había sido condenado de manera previa por homicidio, siendo menor de edad, y por asesinato, ya adulto.
En su escrito, la Fiscalía reclama de forma provisional para el acusado 15 años de prisión por homicidio y, por cada uno de los dos delitos en grado de tentativa, ocho años de cárcel.
El Ministerio Público considera que, en ambos delitos, concurre la atenuante de alteración psíquica y la agravante de reincidencia, ya que el acusado fue condenado por la Audiencia de Sevilla, en sentencia en diciembre de 2005, a la pena de 15 años de cárcel por un delito de asesinato.
Conocía a la víctima de prisión
La Fiscalía relata en su escrito que los hechos se produjeron sobre las 20:30 horas del 5 de febrero de 2021, cuando el acusado se dirigió a una vivienda de Brenes donde se encontraban las tres víctimas, lugar en el que el encausado había estado trabajando el día anterior quitando la verdina de la azotea por encargo del fallecido, a quien conocía de prisión.
Tras entrar en el inmueble, el investigado se dirigió al jardín y cogió un calabozo, herramienta similar a un hacha que es utilizada para podar. A continuación fue a la parte superior de la vivienda, donde se hallaban en una habitación la víctima, su pareja y otro varón.
El Ministerio Público añade que, nada más entrar en la habitación, el acusado comenzó a discutir de forma acalorada con los presentes por motivos económicos y relacionados con las drogas y, con ánimo de causarles la muerte, golpeó con el calabozo en el cuello a la altura de la yugular al finalmente fallecido, todo ello a la vez que les requería el dinero que habían cobrado y la droga que tuvieran.
La Fiscalía señala que, seguidamente, el acusado fue de nuevo tras el fallecido, quien estaba apoyado en la cama, y le propinó cinco o seis "fuertes golpes" con el calabozo en la cabeza, momento en el que la pareja de este hombre trató de impedir la agresión, pero el acusado, "con idéntico ánimo, se dirigió hacia ella, le propinó un golpe con el calabozo en la cabeza, le rompió una copa de cristal en la cabeza, registró su bolso y se lo arrojó a la cara".
Seguidamente, según el relato del fiscal, el investigado se abalanzó con el mismo propósito sobre el tercero de los agredidos y le propinó un hachazo en la cabeza, tras lo que abandonó la habitación, dejando allí al hombre fallecido en el suelo y a las otras dos personas malheridas.
Al huir de la vivienda, el encausado se deshizo del arma homicida en el hueco existente entre el escalón y la puerta de la vivienda contigua.