El Ayuntamiento de Lepe, a través de Aqualia, empresa concesionaria de la gestión del servicio municipal de agua, lleva limpiados en lo que va de año 1.009 rejillas de alcantarillado, conocidas como “imbornales”, además de 79 kilómetros de tuberías de saneamiento, y 2.200 pozos, tarea que se intensifica en esta época, especialmente en las zonas de playa, de cara a la época estival.
Estos trabajos tienen como fin desatascar estas rejillas y conducciones de agua sucia, pues la acumulación de suciedad, papeles, bolsas de excrementos caninos, etc pueden provocar atascos que desemboquen en malos olores, proliferación de ratas y cucarachas, y encharcamiento de las calles.
El concejal de Servicio Generales del Ayuntamiento de Lepe, Bibiano Oria, acompañado por los responsables de Aqualia en la localidad, Delfín Moreno y Concha Barrena, ha ido a conocer in situ la marcha de estos trabajos, que tan importantes son para el buen estado del municipio.
“Si bien la limpieza y desatasco se realizan durante todo el año, existe una planificación para intensificarlos en las distintas zonas de Lepe dependiendo de la época del año. A modo de ejemplo, en el periodo estival se refuerzan las zonas costeras y en otoño se comienza el plan especial de limpieza de imbornales y tuberías para minimizar al máximo los efectos negativos que la lluvia pueda ocasionar” – ha indicado Oria.
Así, cuando finalice el año, se prevé que se habrán limpiado hasta 3.000 rejillas de alcantarillado (imbornales), 133 km de tuberías de saneamiento y se habrá actuado sobre 4.500 pozos de saneamiento.
Para realizar estas tareas de mantenimiento y limpieza, Aqualia cuenta con un equipo compuesto por operarios y electromecánicos con una amplia experiencia y recursos materiales como camiones de tipo impulsor-succionador que permiten acceder a la totalidad de los puntos de limpieza, máquinas de alta presión, además de medios para la limpieza manual.
Entre los residuos que se encuentran destacan arenas, restos de obra, toallitas húmedas, envoltorios, etc. Destacar entre ellos las toallitas húmedas, pues tardan mucho tiempo en degradarse y unidas al jabón crean una especie de maraña que provoca grandes atascos en las tuberías, e incluso si llegan a los sistemas de bombeos podrían generar un mal funcionamiento de los mismos. Y es que, al contrario de lo que en muchos envases de este producto indican, estas toallitas no se descomponen en el agua y no deben tirarse al retrete.
A pesar de todas estas actuaciones de mantenimiento, el Ayuntamiento y Aqualia quieren exponer que la capacidad de los sistemas de la red de alcantarillado de todas las ciudades es insuficiente ante lluvias torrenciales, es decir, cuando hay excesiva cantidad de agua en muy poco tiempo. En momentos así, es imposible desaguar inmediatamente el agua, pero ésta desaparecerá poco a poco tras el paso de la tormenta.
Por tanto, hacer un buen uso del sistema de alcantarillado es responsabilidad de todos y con pequeños gestos, como no tirar toallitas húmedas al wc o tirar los residuos a la basura, se repercute positivamente en su funcionamiento y en el medio ambiente. No olvidemos que cualquier río o mar empieza en cada casa y cada imbornal.