Simic, que junto a José Manuel Caballero Bonald, Coral Bracho, Cees Nooteboom y Pilar Paz Pasamar clausurará esta noche la octava edición de Cosmopoética 2011, ha negado con rotundidad que la poesía esté muerta y le ha augurado un buen futuro, porque es lo único que puede captar los "elementos básicos de la condición humana: los sentimientos".
Simic sostiene, en una entrevista con EFE, que no hay nada más universal que la poesía y ahora, al contrario de lo que pasaba antes, "todo el mundo lee poemas de todo el mundo".
"Hace cincuenta años estaba en París con unos colegas y les pregunté su opinión sobre Blas de Otero o Miguel Hernández y muchos no tenían ni idea. Ahora todos leen cosas de todos", ha opinado Simic, quien cree que aunque que el número de lectores puede haber disminuido, ahora la "audiencia es más universal".
El autor de obras como "Desmontando el cielo", "El mundo no se acaba" o de "Ojos sujetos con pinzas" centra gran parte de su obra en los conflictos bélicos y en las atrocidades que él mismo vivió durante la II Guerra Mundial cuando era un niño.
"Si escribes contra la guerra, tu país te califica como un antipatriota y esto es un problema", según Simic, quien ha explicado que no puede abstraerse de la terrible situación que vive la población civil de los países en conflicto porque él sabe lo que están pasando.
"Cuando veo o leo algo de la guerra puedo imaginarme a las personas que intentan encontrar algo de agua o alimentos para alimentar a sus hijos mientras caen las bombas", ha manifestado Simic, quien ha confesado que aunque sabe que la poesía en sí misma no puede hacer nada para evitar estas situaciones necesita escribir porque no puede olvidar a las víctimas.
Sobre las revueltas populares de los países árabes, Charles Simic, reconocido como poeta laureado de los Estados Unidos en quince ocasiones -una de ellas por la Biblioteca del Congreso estadounidense-, ha afirmado que lo que está ocurriendo es algo "maravilloso".
Pero también advierte de que es difícil predecir cómo van a terminar porque "los dictadores no están solos. Tienen ayuda de gente muy poderosa".
Respecto a la guerra de Libia, el poeta ha reconocido cierto hartazgo cuando las fuerzas aliadas esgrimen razones humanitarias ya que, en su opinión, no están interviniendo para ayudar a la población civil sino para controlar el petróleo.
Por otra parte, Charles Simic ha lamentado el "narcisismo" de la sociedad actual y ha asegurado sentirse muy "extraño" cuando observa a la juventud estar más "desconectada" que nunca.
"Antes, los chicos en las universidades salían de las clases riendo, charlando, gritando. Pero ahora, se ponen los cascos de sus Ipod o Iphone y se van desconectando uno a uno. Da miedo que nadie hable con nadie", ha declarado Simic, quien ve una paradoja que la gente crea que ahora se comunican más que nunca.
"Es un mundo muy complicado, siempre lo he dicho. Pero ahora, más", concluye.