Posiblemente, sin la presión popular, y su empeño en la defensa de los derechos de los inquilino de renta antigua que viven en la casa palacio, hoy este espacio sería un hotel. Tampoco el Ayuntamiento hubiera iniciado los trámites para su expropiación, que culminó el pasado mes de diciembre.
Pero tras estos logros, los vecinos se marcan un difícil objetivo, la rehabilitación integral del edificio. El proyecto lleva varios años sobre la mesa. Pero por el momento parece imposible conseguir los más de cuatro millones y medios que cuesta la rehabilitación. Sin presupuesto para llevarlo a cabo, buscan el modo de que los 440.000 euros que el Ayuntamiento ha otorgado en forma de subvención se aprovechen bien. “Es poco dinero para la rehabilitación íntegra, y mucho dinero para hacer unas chapuzas”, explica Salvador García, miembro del colectivo vecinal.
Fiesta aniversario
Por el momento buscan la forma de realizar unas obras que sean el comienzo de la gran rehabilitación y “no un parcheado que luego no sirva para nada”, según García, que indica como prioridad arreglar el tejado del edificio y evitar así más humedades.
La casa del Pumarejo impresiona arquitectónicamente. Pero también lo hace el uso que los vecinos hacen de ella. Transformada en patio de vecinos en el siglo XIX, uso que sigue conservando, varios colectivos lo han dotado además de una biblioteca popular y un gran espacio que comparten diferentes movimientos sociales. “La casa del Pumarejo es un lugar abierto para su uso”, explica Rocío Pozo, integrante de la asamblea.
El próximo sábado el patio de la casa del Pumarejo acogerá la fiesta aniversario de la asociación que la defiende. Once años de lucha vecinal.