Mubarak, ingresado en un hospital de la localidad turística de Sharm el Sheij, "ni come, ni bebe y sufre comas esporádicos", explicó el letrado.
Al Dib dijo que a Mubarak le detectaron el año pasado un cáncer debajo de la vesícula en el hospital alemán de Heidelberg, donde le extirparon ese órgano, el duodeno y parte del páncreas.
"El médico (alemán) le dijo que (el cáncer) podría reaparecer y ahora se lo han diagnosticado en el abdomen", indicó el abogado.
Mubarak fue intervenido en marzo de 2010 en la Clínica Universitaria de Heidelberg, en Alemania, por un equipo dirigido por el doctor Markus Büchler.
Esa operación desató los rumores en Egipto de que el entonces presidente padecía cáncer, algo que fue negado por las autoridades.
"Hemos pedido al fiscal general (Abdelmeguid Mahmud) en una solicitud oficial que traigan a su médico alemán. Esperamos que esto se apruebe", indicó Al Dib.
Está previsto que el próximo 3 de agosto se inicie el juicio contra Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Gamal, por los cargos de asesinato premeditado, intento de homicidio de manifestantes durante la revolución, tráfico de influencias, daño intencionado a los fondos del Estado y enriquecimiento ilícito.
Preguntado sobre cómo podría afectar a ese proceso judicial la revelación de hoy, Al Dib contestó que "aún falta mucho tiempo" y rechazó hacer comentarios al respecto.
"Estoy hablando del ciudadano egipcio Hosni Mubarak que se encuentra en estado grave y está agonizando, y no estoy hablando del expresidente", sentenció.
En la actualidad, Mubarak se encuentra en hospitalizado en Sharm el Sheij, adonde se trasladó junto a su familia poco después de renunciar a su cargo el 11 de febrero pasado, al culminar una rebelión popular contra su régimen.
El exgobernante está ingresado desde el pasado 12 de abril, cuando sufrió un ataque al corazón durante un interrogatorio judicial.
Al día siguiente, la Fiscalía General ordenó el arresto de Mubarak y de sus vástagos.
El pasado 28 de mayo, el expresidente fue condenado a pagar una indemnización de 200 millones de libras egipcias (33 millones y medio de dólares) por ordenar la interrupción de los servicios de telefonía móvil e internet durante las protestas de enero y febrero que forzaron su renuncia.
En la cárcel cairota de Tora están detenidos Alaa y Gamal, así como varios exministros y dirigentes del Partido Nacional Democrático, que estuvo encabezado por Mubarak.