Según ha informado la Policía en un comunicado, la operación se inició cuando una vecina de Las Palmeras alertó sobre una persona que al parecer se encontraba en plena calle ofreciendo jamones a los viandantes a bajo coste, aludiendo que procedían de un robo.
Ante tal información, agentes de ambos cuerpos se dirigieron a la mencionada barriada, donde tras realizar varias batidas lograron localizar una furgoneta estacionada en uno de los patios en cuyo interior se hallaron un total de 62 piezas porcinas, divididas entre paletillas y jamones ibéricos.
Tras ser preguntado al conductor sobre la procedencia, ofreció distintas versiones, por lo que los actuantes optaron por trasladar el material a las dependencias policiales para determinar el origen y destino ya que carecían de etiquetado. Una vez en Comisaría los agentes pudieron concretar como las mismas habían sido adquiridas por esta persona a una empresa granadina, figurando que las piezas iban a ser destinadas al consumo animal, concretamente perros.
Como el individuo carecía de la pertinente reala o criadero canino y tampoco poseía licencia alguna como gestor de residuos, los investigadores se pusieron en contacto con el Área de Sanidad Pública de la Delegación de Córdoba (desde la que inmediatamente se alertó a la de Granada) donde les ratificaron la prohibición de la venta desde las empresas cárnicas a terceros de este tipo de subproductos no aptos para el consumo humano, salvo en determinadas excepciones en las que no se encontraba el caso detectado en esta ciudad, ya que los mismos deberían de ser derivarlos a empresas gestoras especializadas en su destrucción, al objeto de evitar posibles intoxicaciones alimentarias.
Ante lo expuesto por la Policía, la Inspección sanitaria de Granada emprenderá acciones legales contra dicha empresa de productos cárnicos, si se comprueba que ha infringido la reglamentación establecida en la materia, tal y como todo apunta, habiéndole exigido a su responsable que se hiciera cargo de las piezas intervenidas, en calidad de depósito, hasta su pertinente estudio y posterior destrucción.
De todo lo acaecido se ha dado cuenta a la Autoridad Judicial, tras recibirse en declaración al presunto vendedor y propietario de la furgoneta donde fueron hallados los jamones.
La Policía Nacional advierte sobre el peligro del consumo de este tipo de subproductos, los cuales carecen de todas las garantías sanitarias pertinentes, razón por la cual deben de ser adquiridos en las tiendas o establecimientos habilitados para ello.