Cuando llegaron los efectivos del Consorcio se les informó de que ya no quedaba nadie en el interior del edificio. Como confirmó ayer tarde la delegada de Seguridad y Protección Ciudadana, Cristina Garrido, las dos patrullas de la Policía Local enviadas al lugar se encargaron del desalojo del inmueble como medida de precaución.
Como consecuencia de la actuación, se produjo un prolongado embotellamiento del tráfico en aquella zona.
El inmueble, de once plantas, cuenta con 22 viviendas, dos por cada piso. Antes de proceder al apagado del fuego, los bomberos comprobaron que no había nadie e inspeccionaron concienzudamente sendas viviendas de la última planta para cerciorarse de que no eran el origen del fuego.
Los bomberos localizaron la procedencia del humo en una caldera centralizada que, por motivos que se desconocen, comenzó a evacuar por el salidero de la azotea. Una vez cortado el suministro de la caldera, que abastece de calefacción todo el edificio, dejó de salir humo y el que se había evacuado se disipó de manera natural.
Hasta el lugar se desplazaron 10 bomberos del CBPC con seis vehículos: dos autobombas pesadas, una ligera, un vehículo de rescate, la autoescala y un vehículo de mando. El servicio comenzó a las 12:18 horas, con la solicitud a la Sala de Emergencias del 085 por el 112, y concluyó a las 13:37, con la entrada de los vehículos en el Parque.
Momentos antes, la Policía había permitido ya el regreso de los vecinos a sus casas, una vez pasada la situación de peligro.
Efectivos
Además de las fuerzas del Consorcio Provincial, acudieron tres vehículos de la Policía Nacional, así como dos patrullas de la Policía Local, encargadas de desviar el tráfico del paseo y el desalojo temporal de los propietarios.