El Fondo Monetario Internacional ha difundido los términos del contrato que ha suscrito con la ex ministra francesa de Finanzas, quien hoy precisamente asumió el cargo como nueva responsable del poderoso organismo multilateral.
Lagarde llegó a su nuevo trabajo en torno a las 9,00 hora local (13,00 GMT), en medio de una nube de fotógrafos y cámaras que la esperaban a la puerta del edificio del FMI, en Washington.
Tras acceder al interior, saludó formalmente al que ha sido director en funciones hasta hoy, el estadounidense John Lipsky, y también al decano del consejo ejecutivo, el egipcio Shakour Shaalan.
En el contrato difundido hoy por el FMI se especifica que la sucesora de Strauss-Kahn -quien dimitió tras ser acusado de agresión sexual contra una camarera de un hotel- deberá seguir "los más altos estándares de conducta ética", con "integridad, imparcialidad y discreción", y deberá evitar cualquier "apariencia de conducta inapropiada".
Ninguna de estas exigencias aparecían en el contrato que firmó Dominique Strauss-Kahn, a quien se le exigía como única condición "seguir los estándares de conducta aplicables al personal del FMI".
A Lagarde también se le hace esta recomendación, pero además se le insta a participar "de vez en cuando en los programas de entrenamiento ético" que son obligatorios para el personal.
Salvo estas añadiduras, los términos del contrato que firmó la francesa es prácticamente idéntico al de su predecesor (de 2007), salvo en lo que respecta al salario que, según estipula, se irá ajustando conforme a la evolución de los precios en el área de Washington DC.
Strauss-Kahn firmó con un salario anual de 420.930 dólares, al que se sumaba un complemento de 75.350 dólares. Ahora, cinco años después esta cuantía se ha visto elevada a 467.940 dólares, y la consignación adicional a 83.760 dólares
