Así lo han explicado en rueda de prensa los dos negociadores del Cuerpo Nacional de Policía que este sábado mediaron en este incidente hasta conseguir que el atracador, que no tenía antecedentes penales de ningún tipo, se rindiese y dejase libres a sus rehenes.
Los negociadores, que no han querido explicar qué tácticas emplearon para convencer al atracador de que se entregase, han apuntado que sus peticiones se ciñeron a un coche de alta gama, un Porsche Cayenne con el depósito lleno, una sábana para cubrirse a la salida del bar, un chaleco antibalas, un casco y unos guantes de látex.
Una vez detenido, el atracador –que admitió estar en tratamiento por depresión– sufrió un desvanecimiento y fue trasladado a un centro hospitalario para ser atendido.