Con más del 94 por ciento de las mesas escrutadas, Fernández obtiene un porcentaje de apoyo ligeramente por encima del 50 por ciento, muy por delante de sus rivales. A gran distancia se encuentran casi empatados Ricardo Alfonsín, de la Unión para el Desarrollo Social (UDESO), y el ex presidente Eduardo Duhalde, del Frente Amplio, con un 12,19 y un 12,17 por ciento, respectivamente. A continuación se sitúa el socialista Hermes Binner, con un 10,32 por ciento.
La presidenta ha dado "inmensas gracias" por el apoyo recibido en unas primarias abiertas, simultáneas y obligatorias en las que participan representantes de distintos partidos y que suponen un termómetro ante las cercanas elecciones. De repetirse en octubre, estos resultados garantizarían la reelección en primera vuelta de Fernández.
"Hoy es un día de alegría, no importa si me votó a mí o a otro", ha dicho Fernández, que ha pedido a sus seguidores "más humildad que nunca" y trabajar unidos, "porque el mundo está difícil". "Necesitamos la unidad de todos los argentinos para seguir trabajando", ha añadido desde el escenario del hotel Intercontinental, al que subió acompañado de su compañero de fórmula, Amado Boudou.
Emocionada, la presidenta también tuvo palabras para su difunto marido: "Esto que pasó es de él, por sobre todas las cosas. Está acá, díganme que sí".
Alta participación
La participación ha sido, como ha explicado el ministro del Interior, Florencio Randazzo, "similar a la de una elección general", superior. La Cámara Nacional Electoral ha informado de que ha acudido a las urnas en torno más del 77 por ciento de los convocados.
Cristina Fernández considera estas primarias "un salto de calidad institucional" del que también ha hecho partícipes a los otros partidos.