El jurado, reunido bajo la presidencia del jefe del Ejecutivo asturiano, Francisco Álvarez-Cascos, ha tenido en cuenta la “respuesta serena y abnegada del conjunto de la sociedad japonesa” desde ese terremoto y posterior tsunami, pero especialmente la labor de quienes se sacrificaron para tratar de limitar los efectos del desastre nuclear en la central de Fukushima.
Así, el acta del jurado destaca que la respuesta serena de los japoneses “tuvo su más alta expresión en los grupos de personas que llevando esa abnegación a un grado heroico, pusieron en riesgo la propia vida al afrontar en la central siniestrada y su entorno las tareas que evitaron una tragedia humana y ambiental de mayores dimensiones.
Esta candidatura había sido propuesta por Josep Piqué, presidente de la Fundación Consejo España Japón, y había sido apoyada por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros.
Los 35 miembros del jurado, entre los que se encontraba el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, y la empresaria Alicia Koplowitz, decidieron por unanimidad la concesión de este premio a “los héroes de Fukushima”, frente a la Jornada Mundial de la Juventud y a la Organización Internacional de Teletones (telemaratones), que también llegaron como finalistas a las últimas votaciones.
Cerca de medio centenar de candidaturas de veinte nacionalidades optan a este premio, el último de los ocho galardones internacionales que convoca anualmente la Fundación Príncipe de Asturias y que este año alcanzan su trigésimo primera edición.
Este premio reconoce a aquellos cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad y la ignorancia, a la defensa de la libertad o que se hayan destacado también de manera extraordinaria en la conservación y protección del patrimonio de la humanidad.
Este premio recayó en Manos Unidas el año pasado y con anterioridad en Stephen Hawking, las comunidades sefardíes, Médicos sin Fronteras y Médicus Mundi, la Fundación Americana para la Investigación del Sida, Mensajeros de la Paz, el Rey Hussein I de Jordania y el expresidente del Gobierno de España Adolfo Suárez.
Cada premio está dotado con 50.000 euros, una escultura creada por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos que son entregados en otoño en un acto que tradicionalmente preside el Príncipe Felipe en el teatro Campoamor.
REPRESENTACIÓN PARA EL PREMIO
España gestiona en Japón que una representación de los denominados héroes de Fukushima recoja el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, han apuntado a Efe fuentes de la Fundación Príncipe de Asturias.
Autoridades y la embajada de España en Tokio han iniciado las gestiones para que recoja el galardón una representación de los premiados.
La Embajada de Japón en España había apuntado la posibilidad de que podría recoger el premio su representante diplomático en Madrid.
La Fundación Príncipe de Asturias confía en que una representación de este colectivo pueda viajar a Oviedo para recoger el galardón en la ceremonia el próximo 21 de octubre.
Sin nembargo, la Embajada de Japón en España prevé que sea su representante diplomático en Madrid el que recoja el Premio.
La misión diplomática japonesa ve difícil que miembros de este colectivo, entre los que hay ingenieros, bomberos, soldados, policías y voluntarios, puedan desplazarse a Oviedo para recoger el galardón en la ceremonia el próximo 21 de octubre, han informado a Efe fuentes de la embajada.
El actual embajador, Fumiaki Takahasi, abandonará España a principios de octubre, por lo que será su sustituto el que se espera que represente a este colectivo en la entrega del premio, según las fuentes.
FELICITACIÓN DE LOS PRÍNCIPES
Los Príncipes de Asturias han enviado al embajador de Japón en España, Fumiaki Takahashi, un telegrama de felicitación por el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia concedido ayer a los héroes de Fukushima.
En el telegrama indican que “el jurado ha reconocido el extraordinario y admirable sacrificio de quienes, voluntariamente, han expuesto sus propias vidas para evitar una catástrofe medioambiental y humana de alcance mundial, en un gesto de valentía y solidaridad excepcionales”.