Fue el pasado miércoles, durante una entrevista en el show de Christiane Amanpour, cuando Bardem confirmó lo que era ya un secreto a voces: será el malo malísimo en la próxima película del agente 007. "Estoy muy emocionado. Mis padres me llevaron a ver todas las películas del agente 007 por lo que puede ser muy divertido", apuntó.
"Me eligieron para interpretar a este hombre pero no puedo darte más detalles", dijo en el programa Nightline de la ABC al ser preguntado por su papel en la que será la vigésimo tercera entrega de la saga que dirigirá Sam Mendes y volverá a protagonizar Daniel Craig.
Pero además de intentar acabar con 007, Bardem también negocia para interpretar a otro villano. En este caso no será un malo de carne y hueso, ya que pondrá voz a un personaje en la secuela de Gru, mi villano favorito.
Y es que el lado perverso del español es el que más triunfa en Hollywood. No hay que olvidar que fue su papel de asesino psicópata -y mal peinado- en No es país para viejos de los Coen el que le dio el Oscar. Sin obviar tampoco su "debut" notreamericano en Collateral, un éxito que llegó tan solo dos años después de rechazar ser el malo en Minority Report. Se hizo de rogar.
Pero Bardem no es el único "malo hispánico" que se otea en el horizonte hollywoodiense. Ahí está también Eduardo Noriega, que se las verá frente a todo un coloso -aunque ya ajado- del cine de acción, Arnold Schwarzenegger.
Él español será uno de los protagonistas de The last stand, la que será la primera película como protagonista del antaño Gobernator tras el fin de su vida política. En esta cinta, dirigida por Kim Ji-woon, Noriega será un peligroso narcotraficante. Nada nuevo bajo el sol.
DE FERNANDO REY A OSCAR JAENADA
Noriega y Bardem son los dos últimos ejemplos de la larga lista de malos españoles que han sembrado el terror y la muerte al otro lado del charco. Un camino que abrió Fernando Rey -imborrable su interpretación en The French Connection- y que décadas más tarde siguió, cómo no, Antonio Banderas.
El señor de Griffith tuvo unos comienzos algo oscuros en Hollywood con cintas como Asesinos, Nunca hables con extraños o Entrevista con el vampiro. Títulos que explotaban su faceta más perversa -siempre latina, eso sí-.
También mención especial merece -por reincidente en estas lides- Jordi Mollá. Blow, Dos policías rebeldes 2 o la más reciente Noche y día han contado en su reparto con un villano principal nacido en L'Hospitalet de Llobregat.
Tampoco hay que olvidar títulos como Corrupción en Miami, en la que Luis Tosar daba vida a un narco con el discreto nombre de Arcángel de Jesús Montoya, o la más reciente cuarta entrega de Piratas del Caribe, donde Oscar Jaenada era un despiadado capitán español.
Curiosamente la anterior entrega de James Bond, Quantum of Solace, también aparece en esta lista. La película dirigida por Marc Forster contó con Fernando Guillén Cuervo en la nómina de villanos derribados por el todopoderoso Craig.
Veremos qué tal se le da el cara a cara con Bond a Barden, aunque es evidente que el resultado será el esperado: 007, el bueno, gana por goleada. Lo mismo ocurre cuando los españoles jugamos al fútbol o al baloncesto. Siempre ganan los buenos. Que todo siga igual.
