Según ha informado hoy la Guardia Civil en un comunicado, los agentes sospecharon que en un domicilio de esta localidad se podrían estar vendiendo sustancias estupefacientes, por lo que se montó un dispositivo que permitió observar un continuo trasiego de personas sospechosas entrando y saliendo de la vivienda.
Uno de los ocupantes de dicha vivienda fue detenido por la Guardia Civil tras comprobar que conducía un vehículo con remolque sin poseer el correspondiente permiso, por lo que se le atribuye un delito contra la seguridad vial.
Los agentes registraron el domicilio del detenido, en el que encontraron siete plantas de cannabis y 17 botes de cristal junto a una caja con más de mil cogollos de marihuana listos para su venta, además de gran cantidad de hojas de la planta, lo que suma una cantidad de droga incautada de 23,5 kilos.
También se encuentra en ese registro una balanza de precisión, botes con etiquetas para escribir la cantidad y tipo de droga, y una libreta con datos de la droga y de los compradores.
En la vivienda los agentes localizaron también varios ciclomotores, algunos de ellos desguazados, placas solares, bombas extractoras de agua, generadores eléctricos, un cortacésped profesional, cortasetos, desbrozadoras y otros "efectos de procedencia dudosa", un material que la Guardia Civil intervino para investigar las denuncias de robo en la comarca.
Los agentes consiguieron demostrar la implicación de A.R.P., de 47 años, en varios hurtos y robos en unión de sus sobrinos J.M.J.R. y otro varón menor de edad, así como en la receptación de efectos "procedentes de delitos en los que no ha participado de forma directa".
Por todo ellos se detiene a los tres hombres, todos vecinos de Los Molaes, a quienes se imputan delitos contra la salud pública además de cinco delitos de robo con fuerza en las cosas y dos delitos de hurto.
A A.R.P. se le imputan además los supuestos delitos de receptación y contra la seguridad vial.
