Biden, que ostenta la jefatura de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU, llegó ayer a la conflictiva provincia sureña de Kandahar, donde se entrevistó con los generales al mando de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).
“Estoy muy interesado en saber lo que ocurre en esta región porque nos afecta a todos”, aseguró Biden en un comunicado emitido por la organización.
Acompañado por el general David McKiernan, jefe de la ISAF, y por el senador estadounidense Lindsay Graham, Biden discutió con los mandos regionales la futura estrategia militar en el sur del país, que pasa por la ampliación de las fuerzas de EEUU.
El pasado mes de diciembre, el jefe del Estado Mayor estadounidense, almirante Mike Mullen, cifró en “20.000 ó 30.000 soldados” los refuerzos que su país estudia enviar a Afganistán este año, lo que supone a casi doblar la fuerza ya presente en el país.
Gran parte de esos refuerzos quedará destinada en el sur, la zona que ha sido escenario del resurgir de los talibanes.