El fallo, facilitado a Europa Press por el Colegio de Dentistas de Sevilla, que ha ejercido en este caso la acusación particular, considera "probado" que este dentista era "plenamente conocedor" de la condición sólo de auxiliar administrativo de esta trabajadora, aunque, "presumiblemente por el ahorro que le merecía tal condición, la contrató no sólo de administración, sino de auténtica doctora en Odontología".
De hecho, la sentencia considera también probado que este dentista "tenía pleno conocimiento de las actividades que esta auxiliar ejercía en la clínica", en el período comprendido entre principio de 2006 y junio de 2007, y que dicha trabajadora "era siempre tratada delante de los pacientes como doctora, hecho que consentía y admitía el propio dentista" titular.
El juez también constata en su sentencia que la persona contratada y también condenada, "carecía de titulación alguna que le posibilitara ejercer labores como auxiliar de clínica", pese a lo cual trató a una paciente "recetándole nolotil para el dolor", además de "realizarle una cura en la muela, tres empastes en diferentes piezas dentales y finalmente una funda". En los tratamientos, la imputada "también administraba anestesia".
Por todo ello, en este procedimiento el propio Colegio de Dentistas de Sevilla ha ejercido la acusación particular contra esta auxiliar administrativa y el dentista que la contrató, tras advertir del "grave riesgo" que supone para la población poner la salud "en manos de personas que no están cualificadas y que realizan una actividad ilícita".