De los 10.700 millones que corresponden a España -cifra que no incluye la cofinanciación que deben aportar las autoridades españolas para poner en marcha los proyectos- 8.000 millones proceden de las ayudas regionales de los fondos estructurales y de cohesión y 2.700 millones del fondo social europeo, según los datos proporcionados por el Ejecutivo comunitario.
Las subvenciones del fondo social pueden utilizarse "para formación pero también para respaldar reformas en el mercado de trabajo", según ha señalado la portavoz de Empleo, Cristina Arigho.
La reprogramación de los fondos presupuestados pero aún no asignados es una de las propuestas que se discutirán en la cumbre del 30 de enero y que cuenta con el apoyo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Rajoy ha dicho que este dinero podría utilizarse para financiar bonificaciones a nuevos contratos.
"Estos 82.000 millones -una cuarta parte del total de ayudas europeas para el periodo 2007-2013- los queremos focalizar en combatir el paro juvenil y fomentar la creación de pymes", ha dicho el portavoz de Política Regional, Ton van Lierop.
"Nuestros expertos están dispuestos como siempre, pero ahora incluso más porque sabemos que se necesita también crecimiento en tiempos de austeridad, a sentarse con los Estados miembros para ver cómo se puede reprogramar o reajustar para lograr mejores resultados", ha señalado.
Además, Rumanía, Grecia, Letonia, Portugal e Irlanda -que han recibido asistencia financiera por la crisis de deuda- se benefician ya de una mayor tasa de cofinanciación del presupuesto comunitario, que en el caso de los cuatro primeros países alcanza el 95% y en el de Irlanda el 60%.
El Ejecutivo comunitario ha puesto como ejemplo de la reprogramación de fondos los 11.500 millones de euros invertidos en los últimos meses en Grecia en 180 proyectos prioritarios que han creado 90.000 empleos o el plan de acción diseñado para las regiones del sur de Italia, dotado con 3.100 millones.