El ministro de Educación, José Ignacio Wert, declaró ayer que si él fuera opositor “estaría dando saltos de alegría” porque se ha recuperado un temario con el que se llevaba trabajando años (el de 1993), “y no uno con el que llevaban trabajando apenas unos días, y eso suponiendo que durante las vacaciones de Navidad también hubieran estudiado”.
Para Mario Barrios, maestro de primaria y profesor en una academia, las palabras de Wert son “una vergüenza, unas oposiciones no se preparan en tres meses, juega con la voluntad de la gente”. Asegura que el volver al temario de 1993 es “una barbaridad” porque “ni si quiera se corresponde con la actual Ley de Educación”. Por el momento su academia ha dejado de preparar alumnos. “No me parece ético, no se puede preparar sin tener algo seguro”. Además, desde que se modificó el temario en noviembre ha trabajado “a destajo” para preparar los temas. El cambio le ha supuesto “tirar 1.000 horas de trabajo a la basura”.
“Lo dejo”
Maribel Fernández, 37 años. Fue despedida de su empresa tras dar a luz a su hijo, de dos. Entonces decidió prepararse unas oposiciones de FP. Ante el cambio de temario siente que “los políticos se están riendo de nosotros, sólo se dedican a perder el tiempo, y nos lo hacen perder a nosotros”. Asegura que este último cambio, el tercero en unos meses, la ha “desmotivado”. Ha decidido dejarlo.
Rápida, pero escasa protesta
Las redes sociales, Facebook y Twitter, reaccionaron rápidamente al anuncio del ministro de Educación sobre el cambio de temario para las oposiciones. No fue masiva, pero ayer ya se vivió la primera movilización de opositores en Sevilla. Fue frente a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, en la Ronda del Tamarguillo. Algunos estudiantes no pudieron reprimir las lágrimas de rabia e indignación al comentar su situación, cómo les afecta, o las horas de estudio que ya han dedicado al temario aprobado en noviembre y que el martes fue derogado