Un recurso ante el que el juzgado de lo Social número 10 de Sevilla falló a favor de la extrabajadora, condenando a la ONG a abonar a la misma un total de 1.600 euros más los intereses legales, en concepto de las 200 horas extra que previamente se había calculado que se le adeudaba a la demandante.
Desde que se hiciera público el fallo, y debido a que la asociación recurrió la decisión de la sala, Josune Arriaga todavía no ha recibido un céntimo de algo que considera que es “suyo por derecho”.
“Ya no es sólo el asunto económico, lo que yo quiero que sepa la gente es la mala gestión y la política ilegal de la empresa, que hace contratos de 40 horas semanales y que luego hace trabajar a sus empleados una media de 50, 60 y hasta 90 horas, llegando incluso a permitir turnos de 72 horas seguidas”, explicó a Viva Sevilla Josune Arriaga, que trabajó durante seis meses como educadora social en uno de los pisos tutelados para niños que Nuevo Futuro tiene en Sevilla.“
Además, -continúa Arriaga- denuncié la situación ante Inspección de Trabajo, que constató los datos que yo le ofrecí y que levantó un acta de infracción que obliga a la empresa a pagarme y a cotizarme esas horas extra, algo que está parado hasta que la sentencia sea firme”.
Muy distinta es la opinión de la asociación Nuevo Futuro, que considera que, por convenio, esas horas extra no son horas de trabajo efectivo si no de disponibilidad o permanencia en el centro. “No tenemos nada en contra de la trabajadora, pero no se le renovó el contrato porque no nos gustaba su manera de trabajar. Hemos recurrido la sentencia por consejo de nuestro abogado”, señalan a Viva Sevilla fuentes de la asociación.
“Estamos a la espera de que se pronuncie el tribunal y una vez que haya una sentencia firme acataremos la decisión que nos imponga la Justicia”, añadieron desde Nuevo Futuro.
