En el cuartel de Lebrija se recibió aviso de que habían saltado las alarmas de seguridad de un sector de parcelas de Las Marismas, por lo que hasta el lugar se trasladó una patrulla de la Guardia Civil que, en un principio, no vio a nadie sospechoso en el lugar.
Una vez en el sector más próximo a Las Cabezas de San Juan, y tras una "minuciosa" inspección, los guardias civiles observaron que la puerta de uno de los barracones había sido claramente forzada y que había baterías de gel y cables esparcidos por el suelo, según ha indicado el Instituto Armado en una nota.
Los guardas de seguridad de las parcelas habían visto un vehículo sospechoso en la zona y lo comunicaron a la Guardia Civil, que comenzó una investigación ya que existía "gran" alarma social entre los parcelistas de la zona de Las Marismas de Lebrija, que habían sufrido otros robos, todos de baterías de gel, de unos 80 kilogramos de peso y valoradas en unos 600 euros cada una de ellas.
Una vez recogidos los testimonios pertinentes y tras investigar el vehículo que vieron los guardas de seguridad por la zona, los componentes del área de Investigación de la Guardia Civil de Lebrija consiguieron recabar suficientes indicios y pruebas de éste delito y otros más cometidos en la zona con similar 'modus operandi'.
Tras completar la investigación, se identificó y detuvo a tres individuos, vecinos de Las Cabezas de San Juan, localidad próxima a las parcelas de Las Marismas donde se habían cometido los delitos, a quienes se imputan cuatro supuestos delitos de robo con fuerza en las cosas.
Los detenidos son D.G.A., de 19 años; F.C.P., de 20 años, y F.D.G., de 27 años, quienes fueron puestos, junto con las diligencias, a disposición judicial.