Pero también representa un problema, en tanto en cuanto los recursos de almacenamiento de droga de los que dispone la provincia se están viendo saturados.
El presidente de la coordinadora comarcal contra las drogas Alternativas, Francisco Mena, fue ayer claro al respecto: “los almacenes que guardan la droga están llenos hasta la bandera”.
Exactamente se trata de dos depósitos judiciales, custodiados por efectivos de seguridad, y que se localizan en Algeciras y en Cádiz, en puntos exactos que no se dan a conocer por razones obvias de seguridad.
Desde Alternativas estiman que “podríamos estar hablando de en torno a 70.000 kilos de substancias estupefacientes”, solamente en el almacén ubicado en Algeciras. Aquí se almacena toda la droga que se incauta, también la cocaína, la heroína y las drogas de síntesis, aunque Francisco Mena apunta a que “el hachís representa el 95% de la droga almacenada”.
La principal reclamación del colectivo antidroga radica en la ubicación de una incineradora de droga en territorio andaluz. Actualmente, la droga se traslada a los altos hornos de Avilés para ser destruida, en costosos viajes por carretera a más de mil kilómetros de distancia que, además, representan un riesgo para la seguridad.
Francisco Mena hace hincapié en que el 40% de la droga que se incauta en España se interviene en Andalucía, y el 25% en la provincia de Cádiz.
Durante un tiempo se estuvo utilizando para tal fin el vertedero de Los Barrios, pero no tenía suficiente capacidad. Luego se llevó a la cementera de Jerez, pero el exceso de aceite del hachís engrasaba la maquinaria, ocasionando problemas.
Alternativas insiste en la necesidad de dotar a la zona de una incineradora, dado que el elevado volumen reciente de las aprehensiones está acrecentando el problema. “Cuando hay tantas incautaciones y tanta actividad, se llena el almacén y lo que ocurre es que al final tienen que guardarlo en los calabozos de la Comandancia”, señala Mena, que apunta que esta circunstancia puede provocar problemas de seguridad al generar la “tentación” de los robos de droga.
Procedimiento judicial
Uno de los orígenes del problema, según explica el presidente de Alternativas, Francisco Mena, se encuentra en el hecho de que “los jueces de instrucción no mandan destruir la droga hasta que no se celebra el juicio”. Este procedimiento judicial deriva del hecho de que “los jueces temen que se pueda inhabilitar el proceso judicial por parte de los abogados defensores”, al no quedar constancia de la existencia de la droga intervenida.
Por ello, Mena solicita a los magistrados que se busquen fórmulas que permitan la destrucción de la droga con mayor inmediatez, ya que, “con la lentitud que hay en los juicios, los almacenes empiezan a acumular demasiada droga”. Una de las fórmulas que sugiere es que, una vez pesada la droga y evaluada su pureza por Sanidad Exterior, se destruya y se deje sólo una muestra para la celebración del juicio.
