Algeciras registró en febrero de este año un déficit del 56% en el volumen de precipitaciones con respecto a los datos considerados aceptables, según los datos aportados por Aemet. En este sentido, este organismo detalló que las precipitaciones del mes pasado en esta localidad fueron del orden de unos 330 litros por metro cuadrado. Lo normal, según la agencia, es que en un mes se produzcan lluvias de 745 litros por metro cuadrado.
La agencia informó de que los registros que se han producido en el resto de la comarca son similares, y que únicamente Tarifa se ha acercado mínimamente a las cifras consideradas como idóneas.
Así, en ese municipio se registró un déficit de 195 litros por metro cuadrado, es decir, que llovió el 59% de lo que debería haberlo hecho.
Si bien las cifras aportadas por la Agencia Estatal de Meteorología correspondientes al pasado mes de febrero han sido preocupantes, más lo es el conjunto de todo el invierno, que entre diciembre y enero se catalogó como el más seco de los últimos 30 años.
En esos dos primeros meses de la estación invernal, la Aemet registró tan sólo 32,1 litros por metro cuadrado, apenas el 2% de lo que debiera haber llovido en ese periodo.
Las cifras mejoraron un poco en febrero, pero la falta de precipitaciones, unidas a las bajas temperaturas registradas, causaron unas heladas que han afectado a los cultivos de la zona.
El pasado mes de diciembre fue el que arrojó las cifras más preocupantes, con tan sólo seis litros caídos por metro cuadrado.
En 2009, cuando tuvo lugar el invierno más lluvioso en Algeciras, se registraron 570,1 litros por metro cuadrado.
A pesar de la sequía, los pantanos de la comarca contaban, ayer, con un volumen de agua embalsada de 50,94 hectómetros cúbicos, al 62,4% de su capacidad; mientras que el de Guadarranque tenía 71,15 hectómetros cúbicos embalsados, el 81,1% de su capacidad.
Agricultores afectados
Los dos municipios de la Bahía de Algeciras más afectados por las heladas y la sequía, Castellar y Jimena, se mostraron hace pocos días dispuestos a reclamar al Gobierno que declaren las zonas de cultivo como catastrófica para que los agricultores puedan recibir ayudas.
El alcalde de Castellar, Juan Casanova, indicaba ayer que estaban dejando pasar “un par de semanas” para comenzar una evaluación más concreta que permita completar los expedientes. Posiblemente, comiencen con el proceso la próxima semana.
El dirigente local manifestaba que las cosechas habían quedado “destrozadas” tanto en el sector de los aguacates, naranjas y otros frutos del campo cultivados en los anexos al río Guadiaro.