Sólo Croacia cierra filas en torno a sus viejos guerreros. No desea repetir el fracaso que como anfitriona tuvo en el Europeo de 2000. En el resto de selecciones favoritas, todas europeas (Francia, Alemania, Rusia, España, Dinamarca y Suecia), algunas de sus arrugas han pasado a la historia.
El caso de España es singular: Valero Rivera, seleccionador por segunda vez y en su segundo mundial (debutó en Suecia'93), no ha tocado la columna vertebral de veteranos -incluso pidió personalmente la vuelta de Barrufet- pero desplaza a la primera sede de Split a ocho jugadores -la mitad del equipo- que debutan en un Mundial.
Cañellas, Sierra, Perales, Ruesga, Virán Morros, Víctor Hugo, Andreu y Cristian Ugalde vivirán la experiencia por primera vez. Los ocho vieron por la televisión el oro mundialista de España en 2005 (Túnez). Ninguno, salvo el portero Sierra, supera los 26 años.
Pero el proyecto a cuatro años de Rivera, el técnico de los 70 títulos en el Barcelona, incluye como eje a los curtidos Alberto Entrerríos, Garabaya, Hombrados, Juanín García, Romero y Víctor Tomás, todos con la medalla de oro histórica en sus vitrinas, junto a Rocas y Barrufet.
La figura de este último será especialmente relevante. El capitán y jugador español con más número de actuaciones en la historia de la roja (276). Barrufet, retirado para España tras el bronce de Pekín será el eje de transmisión.
España debuta mañana ante Kuwait (16.30 horas).