Las organizaciones Catalunya Acción, que aspira a conseguir la independencia de Cataluña en 2014, y Esait, que busca el reconocimiento internaciona de la selección autonómica vasca, son las que, según ha informado la cadena de radio, están detrás de la convocatoria, cuyo objetivo es utilizar la final de la Copa como altavoz de sus reivindicaciones.
De esta forma, su propósito es aprovechar el desplazamiento a la capital de decenas de miles de aficionados de los dos clubes finalistas para desarrollar "la mayor manifestación antiespañola de toda la Historia de Madrid" y llevar sus proclamas a las calles de la ciudad por primera vez.
Así, su intención es convertir los alrededores del estadio Vicente Calderón, donde tendrá lugar el encuentro, en una protesta para reivindicar, entre otras cosas, la oficialidad de las selecciones autonómicas de Cataluña y el País Vasco, y una vez en dentro del estadio, acompañar con gritos y y proclamas todo el partido.
DARLE LA ESPALDA AL REY
Además, en el momento de la llegada del Rey al palco de autoridades, prentenden que las aficiones de ambos equipos silben y den la espalda al monarca, al estilo de lo que ya hicieron en la final de la Copa del Rey en 2009 que enfrentó a los mismo equipos en el estadio Mestalla de Valencia.
"La pitada va a ser mayúscula porque se va a fomentar con semanas de antelación, mientras que la otra se promovió con sólo tres días de antelación", ha asegurado en declaraciones a ABC Punto Radio, recogidas por Europa Press, una de las personas que está promoviendo estos actos, también involucrada en la organización de la pitada al Rey en el Mestalla.
Desde las organizaciones, aseguran asimismo que se trata de una convocatoria "absolutamente pacífica" que solo quiere poner de manifiesto "el sentimiento por la independencia y el clima antomonárquico surgido a aíz del caso Urdangarín".
Sin embargo, fuentes policiales consultadas por la emisora se han mostrado preocupadas por la posibilidad de que se produzcan actos violentos, inquitud que se manifiesta mayor en el caso de los independentistas vascos que en el de los catalanes. Asimismo, temen que se convoque alguna contramanifestación.