El pasado viernes, la Guardia Civil observó que una furgoneta que circulaba por la carretera N-432 dirección a Sevilla, mostraba un "excesivo peso en su parte trasera".
Tras ser interceptada e identificados sus ocupantes, "con antecedentes por robos contra la propiedad", se llevó a cabo el registro del vehículo donde se encontraron unos 2.000 kilos de chatarra.
Un producto del que no pudieron acreditar su legal procedencia, por lo que se sospechó que pudiera proceder del robo perpetrado en la zona, según ha informado el Ministerio del Interior en nota de prensa.
Con el desarrollo de las gestiones e información de las unidades policiales de la comarca, la Guardia Civil pudo averiguar que el material que transportaban en la furgoneta "fue sustraído ese mismo día de una nave de construcción sita en el polígono industrial de Valverde de Burguillos".
Las diligencias, junto con la imputación de los tres vecinos de Alcalá de Guadaíra, fueron puestas a disposición de las autoridades judiciales.