En una entrevista con Efe, Sebastián García ha afirmado que Sevilla, antes de 1992, "era para turistas conocedores, de Semana Santa o Feria de Abril", y tras la Expo "empezó a venir un turismo de vacaciones y fines de semana" con el carácter que la Exposición quiso darle: "como ciudad para visitar, para disfrutar, para sumergirse en ella y vivirla intensamente".
Durante la Expo'92, de la que el 20 de abril se cumple su vigésimo aniversario, se acreditaron 23.900 periodistas de 8.491 medios y 86 países diferentes, además de los 2.326 que acudieron a la Semana de la Prensa y, según García, las noticias que se publicaron habrían costado, en tarifas habituales de publicidad, "centenares de millones de euros".
Este esfuerzo de comunicación ha sido único en España, pues los Juegos Olímpicos celebrados ese mismo año en Barcelona duraron pocas semanas y con unos profesionales muy especializados en prensa deportiva, ha afirmado.
La Expo'92, que se desarrolló entre abril y octubre, superó el número de visitas previsto, pues los organizadores habían calculado 36 millones y se alcanzaron exactamente 41.814.571, un 16 por ciento más, y de ellos un 33 por ciento extranjeros procedentes en su mayor parte de los países del entorno, que "tienen más fácil volver".
Reconoce que uno de los problemas que se encontró como responsable de comunicación de la Expo fue el rechazo de unos medios informativos "muy críticos", lo que dividió a la ciudad entre quienes "la hicieron suya, la vivieron intensamente y la convirtieron en un éxito de público" y "la opinión pública expresada por los medios, que estuvo en contra".
Sebastián García atribuye este rechazo a una combinación de factores como "la inercia de una sociedad conservadora, los intereses establecidos reacios a los cambios, el provincianismo o intereses nacionales contrarios al despegue de Sevilla", cuando no "un propósito claro y evidente de boicotear" la Exposición.
La comunicación "contribuyó a mitigar esa resistencia, aunque tuvo efectos negativos: tanto vendimos la inversión que media España quedó convencida para siempre de que Sevilla había recibido ya todo lo que necesitaba para un siglo".
La oposición de los medios, a juicio de García, motivó que aún persista "la leyenda de que las plantas salvajes reinan en la Cartuja o las acusaciones de despilfarro", desconociendo el parque empresarial que reutiliza el recinto "con mucho más éxito que otras exposiciones".
Sebastián García, que ahora trabaja como asesor de comunicación, recuerda que Jacinto Pellón, consejero delegado de la Expo'92, fue declarado en 1990 persona non grata por el Ayuntamiento de Sevilla con los votos del PP, PA e IU, "y así sigue desde su fallecimiento en 2006".
Por eso, cree que el homenaje que se va a rendir el 19 de abril al expresidente del Gobierno Felipe González con motivo del 20 aniversario de la inauguración de la Expo'92 "sería un buen momento para reivindicar su memoria y pedir que se retire esa ignominia".
García lamenta que las autoridades locales no "dieran la batalla por controlar el cierre" de la Expo y lo dejaran en manos de un Gobierno central "no muy bien enterado de su propia obra" que "para empeorar las cosas envió a un oscuro procónsul con la misión de liquidar todo apresuradamente".