En concreto, el municipio comenzó el 2012 con 81.473 personas censadas, experimentando durante todo el presente trimestre un incremento constante de población, llegando a 160 habitantes y consolidando con claridad la barrera psicológica de los 80.000 ciudadanos, que ya fue rebasada a principios del año corriente.
Cabe resaltar que Chiclana se erige como una ciudad joven, puesto que el 49,39 por ciento de los habitantes censados se encuentra entre los 31 y 64 años, seguido en datos porcentuales por el segmento de edad de entre 16 y 30 años, con el 19,64 por ciento; lo que indica que siete de cada diez chiclaneros tiene entre 16 y 64 años. Por contra, solo el 11 por ciento de los chiclaneros tiene entre 65 y 90 años.
No existe una reseñable diferencia entre sexos, puesto que las mujeres representan el 49,58 por ciento de la población, mientras que los hombres abarcan el 50,42 por ciento.
Para la delegada de Estadística, María Eugenia Fernández, este aumento de la población chiclanera supone “que Chiclana continúa siendo un enclave ideal para asentarse por su calidad de vida y bienestar en el día a día”, poniendo especial énfasis en “el crecimiento de población que el municipio ha experimentado a pesar de la especial coyuntura económica en la que vivimos, lo que pone de manifiesto la idoneidad de las medidas que estamos poniendo en marcha para mejorar la situación de la localidad”.
A estos datos se les debe sumar el aumento de población extranjera que Chiclana posee, pues en el municipio habitan súbditos de hasta 85 países, lo que supone para Fernández, una necesidad de “comenzar a concebir Chiclana como una ciudad cosmopolita, abierta y plural; situada en un enclave climático envidiable y que fomenta la interculturalidad”
La edil de Estadística ha resaltado, además, “el excelente clima con el que Chiclana cuenta, así como rica historia, que nos ofrece en la actualidad un patrimonio histórico y cultural de gran calado”.
También ha tenido palabras de agradecimiento Fernández a los propios habitantes de la localidad, los cuales “se caracterizan por su solidaridad, hospitalidad y amabilidad; lo que fomenta un gran clima de convivencia”, añadiendo “mi más sincera bienvenida a los nuevos habitantes que hoy alberga nuestra ciudad”.