Siempre que sean de titularidad pública o de entrada libre, las casetas deberán exponer a la vista del público la lista de precios de comidas y bebidas, e indicar, en su caso, la distinción entre precios de barra y mesa. Además, los alimentos deben estar en vitrinas y no ser manipulados directamente con las manos.
Por otro lado, subrayan que las casetas tienen la obligación de tener hojas de reclamaciones a disposición de los consumidores que las soliciten y que deberán disponer de una póliza de seguros actualizada para cobertura propia y de responsabilidad civil ante terceros.
Cada caseta deberá contar necesariamente con aparatos extintores en perfectas condiciones de uso y mantenimiento. Además debe instalarse uno por cada módulo o tantos como corresponda a su superficie, en lugar visible y de fácil acceso, según recuerda la organización de consumidores, que también advierte de que tienen que contar, igualmente, con un botiquín de urgencias con los medios mínimos que exige la normativa sobre Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Las cocinas, hornillos o calentadores que se instalen en las casetas deberán estar protegidos y aislados del resto de las dependencias con material incombustible y dotados de suficiente ventilación.
En el conjunto del recinto ferial deben existir puntos a los que el público podrá dirigirse, como Caseta de la Cruz Roja o Protección Civil, de la Policía, Guardia Civil, Bomberos; mientras que en lo que se refiere al paseo de caballos y enganches, indican que estará supeditado a una serie de normas como el horario y la prohibición de la entrada de los caballos a las zonas exclusivas para peatones.
Al-Andalus también advierte de que los usuarios deben prestar especial atención a cumplir las normas de seguridad que se les indiquen, como altura mínima, peso o anclajes. Del mismo modo, los titulares de las instalaciones tienen la obligación de disponer de una póliza contratada y actualizada de responsabilidad civil que cubra la totalidad de los daños que pudieran ser producidos por sus instalaciones.
En lo que se refiere a los espectáculos taurinos, los asistentes tienen sus derechos recogidos en el Reglamento Taurino de Andalucía que, incluye, entre otros, que el espectador tiene derecho a recibir el espectáculo en su integridad, en los términos que resulten del cartel anunciador.
Si el espectáculo es suspendido, aplazado o modificado en sus aspectos sustanciales (sustitución de alguno de los espadas anunciados o sustitución de la ganadería o de la mitad de las reses anunciadas por las de otra u otras ganaderías distintas), los espectadores tendrán derecho a la devolución de las cantidades satisfechas por la entrada y, en su caso, a la parte proporcional del precio del abono.
Si una vez iniciado el espectáculo se suspendiese, por causas que no hubieran podido preverse o que fueran inevitables, el espectador no tendrá derecho a la devolución del importe de la entrada.
El espectador además tiene derecho a que el espectáculo comience a la hora anunciada. Si se demorase el inicio se anunciará la causa del retraso. Si la demora fuese superior a una hora, se suspenderá el espectáculo y el espectador tendrá derecho a la devolución del importe de la entrada. Finalmente recuerdan que la reventa de entradas está prohibida.