Los partidos se deciden por pequeños (o grandes) detalles y en muchos los porteros son protagonistas. El de ayer en el Municipal, en el choque de ida de la segunda eliminatoria de ascenso a la Liga Adelante, fue uno de ellos.
El cancerbero local, casi un espectador más de los 12.000 que había en el campo, tuvo la mala fortuna de hacer el gol (decisivo) del Tenerife en un lance de mala fortuna. Mientras, Sergio Aragoneses se convirtió en el héroe de los suyos, especialmente en los últimos instantes al salvador dos remates, uno de David Hernández y otro de Ximo Forner, que bien podrían haber sido, cuando menos, un empate merecido.
En un ambiente espectacular, con las gradas pobladas de linenses ataviados con camisetas, bufandas y banderas albinegras (apenas hubo un centenar de chicharreros en una esquina) el conjunto de Rafael Escobar, con Olmo por el sancionado Carlos Guerrea, salió decidido a marcar pronto pero hasta el minuto 8, y con un tiro lejano de Ocaña, no empezaron las escaramuzas.
El primer acercamiento visitante fue en el 13’ tras una falta sacada por Chechu que remató Aridane fuera.
Aunque el Tenerife tenía más la posesión, la Balona llevaba peligro, como un disparo de Ocaña desviado (18’) o una volea en carrera desde fuera del área del propio sevillano que le salió muy centrada.
En el 25’ marcó el cuadro de Escobar al sacar rápido una falta pero el colegiado no había dado autorización. Con el OK arbitral, el balón llegó al corazón del área pero nadie lo llegó a rematar. Tras el saque de puerta llegó el primer susto serio de un Tenerife que defraudó.
Chechu, dentro del área, no desfalleció en un balón que parecía perderse por línea de fondo y casi sin ángulo probó un centro-chut que recorrió la meta local sin encontrar portería ni rematador.
El partido estaba abierto, aunque con el control de los de casa, y tras un remate flojo de cabeza de Copi (34’), los linenses pidieron penalti por unas manos de Kitoko (38’).
Sin embargo, el mazazo llegó en el 40’. Balón en largo a la espalda de la defensa, Kike López encaró a Mikel Pagola, al que logró eludir, pero el esférico se marchó algo largo buscando la línea de fondo. El atacante azulino lo dio todo para llegar y poner la bola atrás, con la fortuna de que el esférico le dio a Pagola en el pie -que corría hacia su marco-, colándose en la meta. Un 0-1 que enmudeció las gargantas del Municipal.
A pesar del gol, la Balona reaccionó al inicio de la segunda patrte. En el 53’, Ocaña, de falta, envió fuera; y en el 56’ Juampe, a la media vuelta dentro del área, también lanzó desviado. También en el 61’ remataría Romerito, de cabeza, con el mismo resultado.
El Tenerife, muy atrás, se estiró en el 62’ y pidió penalti de Olmo a Aridane, una acción que desencadenó la expulsión del técnico Quique Medina “por protestar de forma ostensible, con los brazos abiertos y fuera de su área técnica” según recoge el acta arbitral.
Pasaban los minutos y la Balona no desfallecía a pesar de que Antonio Bello cometió el error de hacer una entrada muy dura por detrás a un rival que le costó la tarjeta roja (72’).
Aragoneses falla, pero...
El empate pudo llegar en el 76’ cuando Copi rescató un balón en el costado del área que Aragoneses tuvo que soltar pal salirse con él fuera del área derrapando por el césped, pero el algecireño disparó y Kitoko salvó bajo palos.
A pesar de estar contra diez, los isleños apenas pasaron con peligro más allá de un remate desviado de Kiko Ratón (79’) y una falta a las manos de Pagola (84’) de Chechu.
En cambio, la Balona -cerrando con tres defensas- se fue descaradamente arriba y con varios cambios de sistema.
En el 89’ se pidió penalti por derribo de Kitoko a Copi; en el 90’ David Hernández, a bocajarro y de cabeza tras toque de Copi, tuvo el 1-1 pero Aragoneses se lució, al igual que en el 91’ en una falta de Ximo Forner cuyo balón iba a la escuadra.
El 0-1 final obliga a vencer en el Heliodoro Rodríguez López el próximo domingo a las doce del mediodía.
