El Cádiz CF sigue a la deriva y el papel de los nuevos dueños cada vez crea más dudas. Se esperaba que ayer mismo los tres administradores concursales dieran el visto bueno a los contratos de futbolistas, que, aunque sus nombres no se han hecho oficiales parecen estar claros.
Pero todos los planes se han ido al traste al no darse ese visto bueno. Todavía no se ha podido cerrar el presupuesto de la pasada temporada y eso imposibilita por completo que se firmen nuevos compromisos para la siguiente. Todo pasa porque el club ingrese los 750.000 euros previstos del ayuntamiento en virtud del nuevo convenio. El problema es que no hay firmado ningún documento todavía que asegure ese futuro pago y, por tanto, los administradores no pueden aprobar otros gastos.
El problema es que está previsto ratificar ese acuerdo el día 30 en el pleno municipal, no antes, pero esa fecha es demasiado tardía a todas luces si se habla de configurar una plantilla de jugadores.
A día de hoy, sólo Moke, Dieguito y Aulestia tienen contrato vigente con el club y ya han visto cómo se retrasó la pretemporada una semana, pero ese retraso podría verse incrementado si entre hoy y mañana no se da solución al problema. Con sólo tres efectivos es absurdo iniciar el periodo preparatorio, por lo que, un verano más, el Cádiz CF irá por detrás de sus rivales en este aspecto.
Los jugadores que parece ya han dado el sí a la entidad amarilla son el lateral zurdo Sipo (CD Badajoz), Adrián Gallardo, goleador del Sanluqueño; el extremo zurdo Viyuela (CD Badajoz), que incluso busca piso en Cádiz; Sergio Ortiz (La Roda CF) y, según la prensa de Zamora, Jesús Garretas.