Los rondeños comenzarán a pagar a partir del próximo mes de octubre, el último trimestre del año, un 7 por ciento más de dinero por el recibo del agua, según acordaron en solitario PP y PA durante el pleno, con los votos en contra de IU y la abstención del PSOE.
El equipo de Gobierno volvió a defender el interés privado aludiendo a una cláusula del contrato firmado con Aqualia, de equilibrio financiero de la concesión, y que prevé asimismo una subida de dos puntos a lo largo de los próximos dos años por el IPC acumulado.
“No estamos de acuerdo con el modelo de gestión privada del agua, ni con la facturación, que perjudica al pequeño consumidor que es, precisamente, quien ahora sufre mayores dificultades económicas”, defendió Álvaro Carreño, concejal de IU, al tiempo que pidió que se revisen determinadas cuotas fijas en dichos recibos, a las que también se aplicará esa subida aprobada. Precisamente ese hecho hará que el incremento en la factura no pueda entrar en vigor hasta octubre, al tenerse que publicar por ley el aumento de las tasas, concretamente las referidas cuotas, situación que pasó por alto el equipo de Gobierno, según ha sabido RONDA SEMANAL.
Ataques al PSOE
Aunque no fue del PSOE de donde llegaron las mayores críticas, al abstenerse los socialistas argumentando que “ahora justamente no es el momento de aplicar este incremento en el recibo que debió ser de forma progresiva”, referió la portavoz socialista, Teresa Valdenebro, el equipo de Gobierno atacó una vez más, de forma muy dura, al grupo socialista. Esta vez, para escudarse ante la subida, el PP acudió a una herencia que se remonta a 1992, cuando el Ayuntamiento vendió la gestión del agua a Aqualia: “El PSOE realizó una privatización que nos ha dejado atados 40 años”, dijo la alcaldesa para desviar el debate, argumentando que si no sube el recibo, además, Aqualia denunciará al Ayuntamiento. IU pidió a Mari Paz Fernández que no firme más convenios del estilo del de Eroski para poder reunir el dinero necesario para recuperar el servicio.
