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Jueves 14/11/2024
 

San Fernando

El punto medio está en no tener ratones... ni demasiados gatos

Vecinos del Patio Cambiazo protestan por la proliferación de gatos en uno de los dos adosados propiedad municipal que Esisa tiene abandonados.

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  • Dando de comer a los gatos -

Donde hay gatos no hay ratones. Esa es una verdad incuestionable. El problema es cuántos gatos hay y ahí parece que está la controversia, además de ponerse en duda la efectividad de los gatos en zonas más alejadas del comedero que una señora vecina del Patio Cambiazo les ha puesto en la entrada por la calle Real.

Se trata de los dos chalés de propiedad municipal que están junto al emblemático edificio restaurado el siglo pasado. Estuvieron habitados hasta que pasaron a ser sede de la Agrupación Local de Protección Civil de San Fernando, en el caso en cuestión, mientras que el otro –se trata de dos pares de chalés adosados- está ocupado por la Utdelt, la oficina de la Junta de Andalucía sobre la que no hay quejas al estar ocupadas.

Por que el problema está en el abandono de los dos chalés más cercanos al Patio Cambiazo, que una vez que Protección Civil se trasladó hace años a las instalaciones de la Jefatura de la Policía Local, pasaron a la Empresa del Suelo Isleña SA con el fin de construir pisos. La crisis llegó, los pisos no se construyen y comienza a pasar lo que pasa siempre cuando un edificio se abandona y se convierte en un solar que el dueño no mantiene en perfecto estado de revista. En este caso, además, tratándose de un bien municipal.

Y volviendo al principio, vecinos del Patio Cambiazo comenzaron quejándose del abandono y de lo que trae como consecuencia, la proliferación de insectos y roedores que lógicamente se cuelan en las casas, mientras que ahora se quejan de la proliferación de gatos, que la persona que se encarga de darles de comer “de vez en cuando” asegura que “sólo hay dos o tres”.

Independientemente de la controversia y tratándose de una propiedad municipal, lo criticable es el estado en que se encuentran los dos adosados, sin el mínimo cuidado ni en el jardín ni en los setos que ya sobresalen bastante hacia la calle porque nadie los tala y que da lugar a la proliferación de ratones y a la necesidad de los gatos. Lo otro, el número de gatos o el número de ratones, es hartamente difícil pormenorizarlo. Pero los vecinos se han quejado a este periódico.

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