Jones, quien se trasladó a Gibraltar para una estancia de dos días de duración a principios de esta semana, confirmó que España continúa imponiendo restricciones sobre el movimiento de mercancías militares por la frontera, a pesar de los esfuerzos británicos por resolver este asunto.
En el momento de producirse el problema con los dos generadores civiles, era ministro para Europa el británico Jim Murphy. Aprovechando una visita al Peñón, Murphy catalogó de “inaceptable” la actitud adoptada por España en este tema, añadiendo que el Reino Unido ya había abordado la situación con España.
A pesar de ello el tiempo ha transcurrido y el problema persiste. “La situación sigue igual”, declaraba el vicesecretario de Defensa al diario Gibraltar Chronicle en la jornada del martes pasado.
Jones señaló asimismo que la cuestión de las restricciones necesita ser estudiada y que esta labor la deberían realizar tanto el Ministerio de Defensa como el de Asuntos Exteriores.
Sin embargo y a pesar de las restricciones, Kevan Jones matizó que “la capacidad militar para operar en Gibraltar no se estaba viendo mermada”.
“Operativamente nada está en peligro aquí”, subrayó, concluyendo en que el único problema eran los costes adicionales.