Las cinco familias desalojadas en la mañana de ayer por la Policía Nacional de la Corrala La Alegría, colectivo constituido en torno al número 158 de la calle Feria de la capital hispalense, cambiaron una ubicación por otra al encerrarse durante la jornada de ayer en la Delegación provincial de Fomento y Vivienda, acompañadas por miembros del 15-M y de otros colectivos sociales.
Allí se reunieron con la delegada territorial del ramo, Granada Santos, para exponer su situación y las demandas en torno al problema de vivienda que padecen estas familias, “así como otras miles en la provincia de Sevilla y en toda Andalucía”; y allí permanecieron hasta última hora de la tarde, cuando abandonaron el inmueble y se quedaron sin techo.
En torno a este desalojo se convocó a las 20.00 horas de ayer una concentración de apoyo a las familias y a su lucha por una vivienda digna, que pusieron fin al encierro en la Delegación con la convocatoria de una cacerolada para hoy ante el Ayuntamiento de Sevilla.
Los hechos ocurrieron a primera hora de este jueves cuando efectivos del Cuerpo Nacional de Policía procedieron al desalojo de siete personas pertenecientes a las familias. Según fuentes policiales y del movimiento 15-M, el desalojo se inició en torno a las 06.30 horas, finalizando sobbre las 07.45 horas, sin que en el proceso se registrara ningún tipo de incidencia ni se detuviera a persona alguna.
La acción se llevó a cabo por orden judicial, después de una denuncia de la propiedad. El colectivo había aprobado en asamblea realizar acciones de resistencia “pasiva, dentro de lo que se pueda y en el marco de la no violencia”, contando con el respaldo del existente movimiento de apoyo hacia las familias alojadas.
“Ya están en la calle cinco familias cuyos problemas no se han solucionado”, explicó uno de los integrantes del 15-M, Pablo, que lamentó que las autoridades no hayan tenido en cuenta la situación de estas personas.
APDH muestra su apoyo a desalojados
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía expresó su “apoyo” a las familias desalojadas por la Policía “porque la economía debe estar al servicio de las personas, y no al revés”.
