El emir de Kuwait, Sabá al Ahmad Al Sabah, ha ordenado finalmente la disolución del Paralmento como medida preliminar a la celebración de elecciones legislativas para desbloquear meses de inactividad política, según informan el canal de televisión Al Rai y la agencia oficial de noticias KUNA.
Esta orden, solicitada esta semana por el Gobierno kuwaití, certifica la sexta disolución de la cámara desde principios de 2006. La última tuvo lugar el pasado mes de junio, cuando estaba dominada por la oposición islamista, bajo una orden del Tribunal Constitucional por considerar que el decreto por el que se convocaron las elecciones legislativas de 2012 no era "válido". Desde entonces, la actividad de la cámara está bloqueada.
El fallo del Constitucional implicaba la reinstauración del anterior Parlamento, formado mayoritariamente por partidarios del Gobierno. No obstante, la Cámara reinstaurada no ha podido reunirse hasta la fecha debido a la dimisión de la mitad de los diputados, que han considerado un "deshonor" participar en un Parlamento "rechazado por el pueblo".
Tras las elecciones legislativas anticipadas de febrero, se formó el cuarto Gobierno kuwaití de los últimos seis años. Sin embargo, el estallido de las tensiones entre el Ejecutivo y el Parlamento, controlado por los islamistas, provocó la dimisión de dos ministros en menos de un mes.
El emir está habilitado por la Constitución para disolver el Parlamento con el fin de evitar una crisis política y dar tiempo para que el Gobierno y los diputados puedan negociar. Aparte, el monarca es el encargado de nombrar al primer ministro, sin tener en cuenta al Parlamento.
El actual estancamiento político y parlamentario ha impedido la aprobación de los presupuestos para el actual año financiero y ha imposibilitado la puesta en marcha de un plan de desarrollo económico valorado en 30.000 millones de dinares (más de 80.000 millones de euros) cuya fase correspondiente a este año fue rechazada el pasado mes de abril por los diputados de la oposición.
El plan, diseñado para 2014, incluye una serie de proyectos de infraestructuras, como una nueva terminal del aeropuerto, una nueva refinería de petróleo y varios hospitales, y prevé la diversificación de la economía y la atracción de inversiones extranjeras.