La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha condenado a J.B.J. a doce años de prisión por seis delitos de abusos sexuales perpetrados a varias menores de entre 7 a 9 años en el colegio público Doña Rosa Fernández de Gelves (Sevilla), según una sentencia a la que ha tenido acceso EFE.
El fallo también condena al procesado, a quien se le fijan seis años como periodo de máximo de cumplimiento de estas penas privativas de libertad, a doce años de suspensión de empleo público y a la prohibición de aproximarse a doscientos metros de las víctimas o a comunicarse con ellas durante siete años, una vez que salga de prisión.
La sentencia condena igualmente a J.B.J. al pago de una indemnización de 2.000 euros a cada una de las perjudicadas en concepto de responsabilidad civil, cantidad que se verá incrementada con los intereses legales establecidos.
Los tres magistrados componentes de la Sala han considerado probado que el condenado, mayor de edad y vecino de Sevilla, abordó entre las 12:00 y las 12:30 horas del 7 de febrero del 2011 a varias menores en dicho colegio, les formuló "preguntas improcedentes" y les realizó "tocamientos lascivos animado por la intención de satisfacer sus desviados impulsos y deseos sexuales".
Algunos de estos comportamientos quedaron grabados en las cámaras de seguridad del centro educativo.
El procesado, tras comprobar que no había personal en las inmediaciones, se dirigió sucesivamente a las menores y les preguntó si tenían novio para luego "acariciarlas mediante tocamientos lascivos" con los que "satisfacer sus desviados apetitos sexuales".
Según la sentencia, el condenado acarició diversas partes del cuerpo de seis menores "preguntándole cínicamente si le gustaban más las caricias en una u otra parte de su cuerpo".
Las niñas rechazaron al agresor y se dio el caso de que una de ellas, de 7 años y que caminaba con muletas, "estuvo a punto de perder el equilibrio" cuando lo eludió "bruscamente" después de que éste le acariciase su rostro, según la sentencia.
El fiscal, las acusaciones particulares y la defensa del acusado acordaron las penas finalmente impuestas antes del inicio del juicio oral.