Según la doctora Mónica González, el dolor sexual se ha convertido en una de las consultas más frecuentes tanto en a médicos de familia, como a ginecólogos, urólogos e incluso psicoterapeutas, cuando estas disfunciones tienen origen psicológico.
De todas formas, indica la doctora, estos transtornos “están infravalorados” y hay muchas mujeres que no son conscientes de que los sufren, y si son reacias a recibir asistencia, pueden llegar a dejar de tener relaciones coitales para evitar el dolor.
“Los cambios sociales han hecho que la mujer esté viviendo la sexualidad de una forma diferente, y ha pasado del papel muy pasivo de nuestras abuelas a tener un rol más activo, y se preocupan por tener relaciones satisfactorias”, señaló la experta.
Tras el cese permanente de la menstruación al llegar a una cierta edad, las mujeres sufren una atrofia vaginal que provoca que un 50% de ellas tengan relaciones sexuales dolorosas, que requieren tratamientos.